lunes, 31 de diciembre de 2007

Nightcrawler

El Hijo De Mystique
NIGHTCRAWLER


HISTORIA:
Kurt Wagner ha parecido un demonio desde que nació. Sus inusuales características físicas –incluyendo piel índigo, una cola prensil, orejas puntiagudas, colmillos, manos con tres dedos y pies con dos dedos– causaron que su madre, Mystique, abandonara su hijo recién nacido. Perseguida por temerosos aldeanos, arrojó a Kurt sobre una cascada para salvar su propia vida.
Kurt fue descubierto por una reina gitana y criado en un circo ambulante. Adoptado por un equipo variado de artistas que no albergó prejuicios contra los llamados fenómenos, aprendió que sus habilidades mutantes y única apariencia eran dones para ser celebrados. Mucho antes que surgiera su poder de teletransporte, Kurt demostró su tremenda agilidad natural. En la adolescencia, se había convertido en el acróbata estrella del show y artista aéreo. Asumiendo que era un humano normal llevando un disfraz de demonio, el público vio más allá de su piel azul y le conoció como el talentoso artista que él era.

Por un tiempo, Kurt conoció felicidad y paz. Pero cuando un millonario de Texas, quien buscó dar protagonismo al joven mutante en su show americano de fenómenos, compró el circo bávaro, Kurt fue forzado a huir de su existencia ideal. Hizo su camino a Winzeldorf, Alemania, donde los aldeanos pensaron que era responsable de una serie de recientes asesinatos. Los habitantes del lugar estuvieron a punto de matar a Kurt cuando fueron psiónicamente paralizados por Professor X, quien había llegado para reclutarle en los X-Men.
Odiado y temido por sus extraños poderes y aterradora apariencia incluso más que muchos mutantes, el fanfarrón de piel azul es uno de los ángeles guardianes de la raza mutante, combatiendo las fuerzas de la intolerancia y el terrorismo genético. Mientras muchos de sus compañeros de equipo pueden pasar como humanos en público, Kurt está marcado para siempre como un X-Man.
Dotado de amigos y poder, Nightcrawler en el fondo es un idealista. Aprendió hace tiempo a mirar más allá de las apariencias, y se esfuerza por ver la humanidad en aquéllos que se rehúsan a reconocerla en él. Un hombre de fe, Nightcrawler estima un sueño que puede ser condenado al fracaso –la aceptación universal, y la coexistencia pacífica de hombre y mutante– pero todavía lo cree con cada fibra de su ser. Kurt conoce la penosa experiencia de qué tan cruel puede ser el mundo, pero nunca dejará de intentar hacerlo un mejor lugar.

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