El gran Caimán
El Lagarto
El doctor Curt Connors era un humilde cirujano en la guerra. El impacto de una granada le hizo perder un brazo y más tarde se casó con Martha, con quien más tarde tendría a su hijo Billy. Curt se convirtió en un excelente científico, diplomado en la Universidad de Nueva York. Después, tomo la rama de la ciencia que más le impresionaba: el estudio de los lagartos. Su poder único para regenerar miembros perdidos fue su especialidad. Años después creyó haber creado el suero para devolver partes perdidas con solo beber un sorbo. Después de que su esposa Martha le recomendara que no lo hiciera, Curt lo probó. En unos minutos, su brazo volvió a crecer. Durante unos segundos, éste creía haber revolucionado la medicina moderna, hasta que una extraña cola de reptil y cientos de escamas verdes le salieron de su cuerpo. Se había convertido en una horripilante criatura: el Lagarto.
Esta perversa bestia tiene unos increíbles poderes: posee miles de diminutas zarpas, que le permiten, al igual que Spiderman, trepar muros; sus garras pueden agrietar el cemento, sus grandes mandíbulas y sus afilados colmillos cortan como cuchillas de afeitar, tiene increíbles reflejos y agilidad. Además, por si fuera poco controla a los reptiles a más de un kilómetro y medio. Los caimanes, cocodrilos, serpientes y lagartos le obedecen y en varias ocasiones les ha ordenado montar guardia o atacar a sus presas.
Esta perversa bestia tiene unos increíbles poderes: posee miles de diminutas zarpas, que le permiten, al igual que Spiderman, trepar muros; sus garras pueden agrietar el cemento, sus grandes mandíbulas y sus afilados colmillos cortan como cuchillas de afeitar, tiene increíbles reflejos y agilidad. Además, por si fuera poco controla a los reptiles a más de un kilómetro y medio. Los caimanes, cocodrilos, serpientes y lagartos le obedecen y en varias ocasiones les ha ordenado montar guardia o atacar a sus presas.
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